Manifestantes el 21 de febrero de 1952 en Dacca
Manifestantes el 21 de febrero de 1952 en Daca (capital de Bangladesh)

Hoy, 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. Se trata de una celebración que tiene su origen en el pueblo bengalí: tal fecha como hoy, pero hace 73 años (en 1952), una gran multitud de habitantes de Bangladesh, universitarios en su mayoría, se encontraban manifestándose por el reconocimiento del bengalí como idioma oficial del país  (que en aquel momento todavía estaba bajo dominio de Pakistán), cuando  fueron atacados por las fuerzas policiales de Pakistán causando más de una decena de muertos y decenas de detenciones. Estos altercados conforman los acontecimientos más destacados del Movimiento por la Lengua Bengalí.

La UNESCO reconoció esta celebración (el Día Internacional de la Lengua Materna) en 1999, casi 50 años después de estos trágicos acontecimientos. En aquel momento, Bangladés llevaba ya casi un cuarto de siglo siendo un país soberano independiente. Esta onomástica busca crear conciencia sobre la importancia de preservar las lenguas maternas, muchas de las cuales están en peligro de desaparición. Y pretende también fomentar la diversidad lingüística y cultural, es decir, el multilingüismo.

Obras más traducidas y leídas

Libros más traducidos de cada país africano
Libros más traducidos de cada país africano

Entre las obras más traducidas en muchos de los idiomas más hablados de la Tierra abundan las obras infantiles (aunque leídas por todas los públicos) y las novelas (o cuentos) de aventuras: El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha (en castellano), Le Petit Prince (en francés), Le avventure di Pinocchio (en italiano), Alice’s Adventures in Wonderwall (en inglés) u O Alquimista (en portugués) tienen entre sus elementos en común el viaje y la transfromación psicológica (o incluso física, véase Pinocchio y Alicia) de sus personajes protagonistas.

Puedes consultar el libro más traducido de cada país del mundo a través del siguiente estudio realizado por la plataforma Preply. Pero, hablando de viajes, vamos a volar hasta aquellos países y territorios donde todavía se hablan y se escribe en otros idiomas no tan populares o, que por motivos diversos, fueron perseguidos o silenciados durante algún período histórico. Y comenzaremos (¡cómo no!) con el idioma bengalí, cuya lucha inauguraba este artículo.

Gitanjali, de  Rabindranath Tagore

Gitanjali, de Tagore

El poeta bengalí Rabindranath Tagore fue el primer escritor no europeo en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1913. Y buena parte de este galardón fue concedido tras la traducción al inglés, y su inmediato éxito, del poemario Gitanjali, escrito en bengalí, lengua materna del poeta.

Gitanjali (que significa Ofrenda lírica en sánscrito) es un poemario que explora temas como la espiritualidad, el amor divino, la naturaleza y la conexión entre el alma humana y lo eterno.

El bengalí es, a día de hoy, la lengua oficial de Bangladesh, y también se habla en ciertas zonas de la India próximas al golfo de Bengala, lo que lo convierten en un idioma en absoluto minoritario (Bangladesh es el octavo país más poblado del mundo, a pesar de su reducido territorio, y la India es el más populoso); paradójicamente, en la actualidad, algunas lenguas tibetano-birmanas habladas en el país de Tagore se encuentran actualmente en peligro de extinción.

El buen soldado Švejk (Osudy dobrého vojáka Švejka za světové války), de Jaroslav Jašek

Aunque no lo creas, el libro en checho más traducido a otros idiomas no es La insoportable levedad del ser de Milan Kundera, sino esta novela antibelicista de Jaroslav Jašek. La traducción literal del checo al español volvería a incluir la palabra aventuras: «Las maravillosas aventuras del buen soldado Švejk durante la Guerra Mundial». Si bien, se trata de una novela (inacabada, por la repentina muerte de su autor en 1923) que combina la introspección de su protagonista con hechos reales acontencidos en Europa durante la I Guerra Mundial.

Estatua del Soldado Svejk en Eslovaquia
Estatua del Soldado Svejk en Eslovaquia

No obstante, el escritor checo más leído y conocido de todos los tiempos no es Jaroslav Jašek, sino Franz Kafka, que no escribía en checo sino en su lengua materna, el alemán. Curiosamente, tanto Jašek como Kafka nacieron el mismo año (1883) en Praga (entonces parte del Imperio Austrohúnguro), y murieron con apenas un año de diferencia por la misma causa: tuberculosis, cuando apenas contaban con 39 y 40 años de edad respectivamente.

Dioses y hombres de Huarochirí  (Runa Yndio Ñiscap), manuscrito quechua

El quechua, además de una marca de tiendas de campaña, es una de las lenguas indígenas precolombinas más conocidas, aunque, como el resto de lenguas precolombinas todavía habladas, se encuentra en peligro de extinción. Posiblemente, el texto en quechua más famoso sea Runa Yndio Ñiscap, un recopilatorio de fuentes sobre la mitología y creencias andinas prehispánicas compilado por el franciscano peruano Francisco de Ávila en el siglo XVII. Escrito en plena época colonial, narra historias sobre los dioses andinos, la creación del mundo y la resistencia de las culturas indígenas frente a la colonización.

Traducción de Kilku Waraka

En la literatura moderna, el poeta quechua más reconocido es el peruano Andrés Alencastre Gutiérrez (Kilku Warak’a, nombre indígena), con obras como Taki parwa. Aunque sus poemarios no son fáciles de encontrar traducidos del quechua cuzqueño (incluso al español, lengua también hablada y escrita por el poeta), ya que como el propio Kilku Waraka testificó: “La razón de haber sido escrito este poemario íntegramente en Quechua, es para demostrar que el Runasimi de los Inkas es suficientemente amplio como idioma, para expresar los matices mas sutiles del pensamiento y sentimientos humanos. Los versos escritos en Quechua no tienen traducción al castellano, a fin de que cada lector les de una interpretación de acuerdo a su sensibilidad”.

Tirant lo blanch, de Joanot Martorell

Uno de los pocos libros que se salvó de la quema en la hoguera del barbero y el cura en Don Quijote de la Mancha es esta novela escrita en catalán por el valenciano Joanot Martorell. De este libro, uno de los que le hace perder la chaveta, dice Alonso Quijano lo siguiente: “Un tesoro de contento y una mina de pasatiempos”; si bien, más que un libro de caballerías, Tirant lo Blanc es un libro caballeresco, ya que se ambienta en su presente (siglo XV), no presenta elementos fantásticos y combina acción, romance, humor e ironía, diferenciándose también de las novelas de caballería por su realismo y profundidad psicológica.

Ha sido traducida a múltiples idiomas, incluyendo, por supuesto, el español o el gallego, pero también al inglés, francés, italiano, ruso o japonés.

Los cuentos de hadas de Andersen, de Hans Christian Andersen

Apenas seis millones de personas tienen el danés como su lengua materna (repartidos entre Dinamarca, el norte de Alemania, las Islas Feroe, Islandia y Groenlandia -la mayor extensión territorial del reino danés, ahora en disputa con Estados Unidos de América-), de hecho, en Dinamarca, hay cerca del doble de cerdos que de personas; y, no obstante, Dinamarca cuenta con una vasta tradición literaria y una de las obras traducidas a más idiomas: los cuentos de Hans Christian Andersen.

La Sirenita (“Den lille Havfrue”) , El patito feo (“Den grimme ælling”), El soldadito de plomo (“Den standhaftige Tinsoldat”) o El traje nuevo del emperador (“Kejserens nye Klæder”) son algunos de los célebres cuentos de Andersen que ya han sido traducidos a más de 160 idiomas. Una cifra apenas superada por media docena de obras (ya mencionadas al comienzo de este artículo). La literatura infantil se adentra de nuevo en el ránking de las obras más traducidas; en este caso, con cuentos y fábulas que todos conocemos, o bien porque nuestros padres nos loa leyesen de niños, o bien a través de las adaptaciones de Walt Disney.

Pero no es el único caso celebérrimo de literatura danesa (o ambientada en Dinamarca). Un par de siglos antes, Shakespeare ambientó una de las más famosas tragedias de todos los tiempos en Elsinor (“¡Algo huele a podrido en Dinamarca!”, frase puesta en boca del guarda real Marcelo, y empleada cuando sobre algún asunto político o social vuela la sospecha de la corrupción). Aunque Hamlet,claro, fue escrita en inglés.

Pero también antes de la popularización de los relatos de Andersen, Miguel de Unamuno aprendió danés únicamente para poder leer en su lengua vernácula al filósofo que más impronta le causó: Sören Kierkegaard, autor existencialista danés (coetáneo del propio Andersen) autor de obras tan relevantes como El concepto de la angustia y La enfermedad mortal. Y es que ya lo decían Faemino y Cansado: “¡Qué va, qué va, qué va, yo leo a Kierkegaard!”.

Obabakoak, de Bernardo Atxaga

Y ya que mencionábamos al vizcaíno Miguel de Unamuno (aunque la práctica totalidad de su obra está escrita en castellano), vamos con el idioma materno de muchos vascos: el euskera. La obra más traducida en este idioma de incierto origen es bastante reciente; se trata de la colección de relatos de Bernardo Atxaga recogidos bajo el nombre de Obabakoak y publicados en 1988. 

Obaboak

Obabakoak combina elementos de la fantasía y el mito con la reflexión literaria en una obra que, una vez más, tiene al viaje como protagonista. La novela, traducida ya a más de 30 idiomas, le sirvió a su autor para ganar el Premio Nacional de Narrativa; la traducción al castellano, realizada en 1989, corre a cargo del propio Atxaga.

En 2005, la obra literaria fue adaptada al cine por Montxo Armendáriz con el nombre de Obaba (pueblo ficticio donde se desarrolla la mayor parte de la acción). Protagonizada por Bárbara Lennie y Juan Diego BottoObaba optó a diez premios Goya.