La llegada de la primavera es (más allá de astenias y alergias al polen) motivo de celebración en todo el mundo. Aunque este año en el Hemisferio Norte (o, por lo menos, en la mayor parte de la Península Ibérica) se ha hecho de rogar con un mes de marzo mucho más lluvioso de lo corriente y un abril que acostumbra a ser húmedo, ya brilla el Lorenzo en el cielo. Ya se ven mariposas en los parques. Ya afloran las amapolas en los campos.
Otrora, antes del descubrimiento de la electricidad, cuando la mayoría de la humanidad trabajaba aún en el actual sector primario como agricultures, pastores y ganaderos (no hablemos ya del Peleolítico); el equinocio primaveral era el final de un largo letargo, el ocaso del intenso frío en las latitudes más septentrionales, era el momento del comienzo de la cosecha y la recolecta de los ansiados frutos.
¿Cómo se celebra la primavera en otros países?
En esta entrada, te contaremos curiosas formas de celebrar la llegada de la estación del amor en otros países y en otros continentes (incluyendo el hemisferio Sur, que se encuentra ahora en otoño). Pero debemos mencionar una festividad patria como son las Fallas de Valencia (Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad), que aunque se celebra por el día de San José, coincide cada año con el comienzo de la primavera; en su origen, los carpinteros de la capital del Turia sacaban los trastos viejos a las puertas de sus talleres en el día de su patrón (recordemos que San José, padre de Jesucristo, era maderero) para celebrar el final del invierno.
Poco a poco, la fiesta fue evolucionando, de los parots (estructura de madera formada por un apoyo vertical atravesado por un palo horizontal en el extremo superior, donde los carpinteros colgaban el candil) hasta los actuales ninots, durante el siglo XIX. Además, existen otras hipótesis que sostienen que el posible origen de las Fallas se encuentre en las celebraciones de los equinoccios y solsticios, fechas en las que es costumbre encender hogueras (como en San Juan).
Sechseläuten en Zúrich (Suiza)
Otra festividad primaveral que incluye el fuego entre sus elementos esenciales es el Sechseläuten o Sächsilüüte (que traducido al castellano sería “El repique de las seis”). El origen de este nombre se remonta a una tradición de la Edad Media, cuando con la llegada de la primavera, el horario laboral de los artesanos y otros gremios de la ciudad cambiaba. Durante el invierno, el fin de la jornada se establecía con las campanas de las cinco de la tarde, pero con la llegada de los días más largos, este repique se desplazaba a las seis de la tarde, marcando el inicio del horario de verano.
La fiesta moderna de Sechseläuten conmemora ese cambio de horario y, con el tiempo, se ha combinado con una celebración de la llegada de la primavera. Uno de los momentos más famosos del evento es la quema del “Böögg”, un muñeco de nieve (hecho de tela) que simbólicamente representa al invierno: cuanto más rápido explota su cabeza (llena de petardos y fuegos artificiales), más cálido y bueno se supone que será el verano.

Esta festividad se remonta a mediados del siglo XIX, y actualmente se celebra el tercer viernes de abril (y es que la primavera en la montañosa Suiza tarda algo más en llegar).
Songkran en Tailandia
En latitudes más tropicales, donde las temperaturas son bastantes más elevadas que en la fría y montañosa Suiza, el fuego es sustituido por otro elemento fundamental: el agua💦. Songkran (o la fiesta del agua) es el festival más famoso de Tailandia, coincide con el año nuevo tailandés y se celebra cada año entre el 13 y el 15 de abril, en el pasaje de Piscis a Aries, el agua simboliza para el budismo la renovación y purifica las energías negativas, trayendo suerte para el nuevo año según las creencias budistas; además, coincide con el fin de la estación seca en este país del sudeste asiático.

Durante el Songkran, los tailandeses salen a la calle armados con sus pistolas de agua, cubos, botellas o, en el mejor de los casos, elefantes, para mojar a todo el que se le cruce. No obstante, es to es solo la parte más lúdica de la festividad, pues también se visita los templos budistas y se realizan ceremonias religiosas, como la construcción de los chedis (castillos de arena similares a las pagodas budistas).
Holi en La India
El festival Holi o el festival del color es celebrado entre el mes de marzo y abril (acorde al calendario hindú), donde la parte más célebre del festival es el lanzamiento de polvos de colores (llamados gulal) entre sus asistentes. De hecho, cada color simboliza algo diferente:
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Rojo 🔴: Amor, fertilidad, pasión y matrimonio. En muchas culturas de la India, el rojo también está relacionado con la energía femenina (la Shakti).
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Verde 🟢: Renacimiento, armonía y nueva vida. Representa la llegada de la primavera y la naturaleza en todo su esplendor.
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Azul 🔵: El color del dios Krishna, muy presente en la tradición del Holi. También simboliza la calma, la sabiduría y la profundidad.
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Amarillo 🟡: Felicidad, paz y conocimiento. Es un color muy usado en festividades religiosas y se asocia con la cúrcuma, una especia sagrada.
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Naranja 🟠: Optimismo, energía y entusiasmo. A veces también se relaciona con la espiritualidad.
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Rosa 🌸: Amor, amabilidad y compasión
Principalmente, se celebra en la India y Nepal, aunque cada vez más zonas del sur de Asia, Europa y Norteamérica en las que vive gente de estos países o religión lo acogen. Además, de lanzarse el gulal; son también importante las piras purificadoras que se encienden el día de antes, y alrededor de las cuales, los presentes se pasan la noche bailando y celebrando la llegada de la primavera.

Hanami en Japón
El Hanami es la tradición japonesa de observar la belleza de las flores; de hecho, se compone de los siguientes dos kanjis:
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“Hana” (花) = flor
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“Mi” (見) = mirar o ver
Aunque se pueden admirar muchas flores, el Hanami casi siempre se refiere a la flor de los cerezos (sakura), por su floración breve y espectacular; y, en menor medida, a la del ciruelo. Dada la geografía de las islas niponas, que abarcan una amplia laittud, la floración de la sakura en Japón va de mediados de febrero hasta el mes de mayo. Los primeros cerezos del año florecen en las islas de Okinawa a finales de febrero o a principios de marzo (la región más meridional) y los últimos en la isla de Hokkaidō aproximadamente la última semana de abril o principios de mayo (la región más septentrional).
Las familias y los grupos de amigos escogen un parque famoso por sus cerezos (como el Parque Ueno o el río Meguro en Tokio); o un campo floral para celebrar la floración del cerezo y la llegada de la primavera.
Festival del queso rodante (Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake) de Gloucester
Por último, te traemos una festividad que todavía estás a tiempo de vivir (e incluso de sufrir) en tus propias carnes este 2025: ¡y es que se celebra el último lunes de mayo! El festival del queso rodante se celebra en el occidental condado inglés de Gloucestershire, fronterizo con Gales.
Algo más lesivo que el Songkran o el Holi; aquí lo que se lanza no es agua ni polvos de colores, sino un queso Doble Gloucester de más de cuatro kilogramos por una empinadísima colina (Cooper Hill) de casi 200 mestros en la localidad de Brockworth. Durante esta festividad, que coincide con el spring bank holiday (o puente de primavera), el maestro de ceremonias lanza desde lo alto de Cooper Hill la bola láctea y, tras ella, los competidores se precipitan ladera abajo para atraparla, el primero en hacerlo será el ganador… ¿Y cuál es el premio? Pues, aunque no te lo creas, un queso Doble Gloucester de cuatro quilos.
Hay varias carreras diferenciadas por sexo y edad; de hecho, hay una para menores de 12 años… Aunque a los más pequeños se les hace subir la colina, no bajarla a velocidades supersónicas. Aunque tampoco parece la actividad más segura.
Otras festividad primaveral que se ha hecho célebre últimamente es la de Estocolmo, donde los suecos se amontonan para ver a las vacas salir de los establos por primera vez tras el crudo y largo invierno.