Natàlia es voluntaria de AFS Intercultura desde septiembre de 2016, año en el que su hija Noa vivió su experiencia AFS en República Checa gracias a una beca de diversidad. Desde entonces, ha desempeñado varios roles dentro del voluntariado de la organización: es miembro del equipo de promoción y ha sido coordinadora de la Estructura Local de voluntariado de Maresme. Además, ha sido madre anfitriona en cuatro ocasiones. De hecho, desde septiembre de 2024 es junto a su marido Xavier (también voluntario) familia anfitriona de la turca Doğa.

Natàlia, celebrando su último cumpleaños junto a su marido Xavier, su hijo Nil y su hija anfitriona Doğa
Natàlia, celebrando su último cumpleaños junto a su marido Xavier, su hijo Nil y su hija anfitriona Doğa
P: ¿Cómo conociste AFS Intercultura?

R: Creo que fue el mes de septiembre del año 2013, cuando una compañera de trabajo me contó que la novia de su hijo se había ido becada a Alemania. En ese momento mi hija tenía 13 años y cuando le expliqué que conocía a alguien que se había un año fuera empezamos a investigar cuál era la entidad que daba las becas y descubrimos que era AFS Intercultura España.

P: ¿Por qué decidiste hacerte voluntaria AFS?

R: Asistí junto con mi hija a una sesión informativa de AFS en Barcelona. Aún la recuerdo. Allí estaba todo el universo AFS: jóvenes que acababan de regresar de su aventura AFS (con lágrimas en los ojos nos explicaban su experiencia), jóvenes de diferentes lugares del mundo que hacía unas pocas semanas que estaban en Catalunya (chapurreando sus cuatro palabras en castellano y en catalán), familias como la mía que querían más información (algunas de las cuales habían sido participantes AFS décadas atrás y hablaban de sus padres y hermanos suecos), las familias anfitrionas de los jóvenes extranjeros, el voluntariado

Mi hija y yo nos quedamos alucinadas. Así que mi hija se convenció y se postuló para obtener una beca de diversidad… ¡No la consiguió! Pero el curso siguiente lo intentó de nuevo y esta vez SÍ la obtuvo. Aún recuerdo la llamada de Rocío a finales de enero para darnos la buena nueva. Mientras tanto iba conociendo a las voluntarias que vinieron a mi casa a hacer la entrevista, las que hacían la selección, las que organizaban las meriendas de Navidad… Todo lo que veía me parecía interesante y sorprendente. Y quise formar parte de la familia AFS para conocer más.

La familia Moratonas Carrión con Rosa (EE.UU), su hija anfitriona en el año 2017
P: ¿Qué te llevas de la labor como voluntaria AFS?

R: Descubrimiento, crecimiento y aprendizaje.

P: Si tuvieras que quedarte con un solo momento…

R: Las risas durante la cena en la cumbre de voluntariado en Ciudad Rodrigo. 

Natàlia, en el centro de la imagen, con voluntariado y equipo técnico de la organización en Ciudad Rodrigo
Natàlia, en el centro de la imagen, con voluntariado y equipo técnico de la organización en Ciudad Rodrigo
P: ¿A quién recomendarías unirse al voluntariado AFS?

R: Se lo recomendaría a mandatarios que nos están llevando por el camino de la amargura; provocando guerras y desigualdades: Trump, Putin, Netanyahu… Así podrían practicar la empatía y ponerse en los zapatos de los demás. 

P: Un choque cultural…

R: Que una calle transitada (lo cual a nosotros nos da tranquilidad) puede generar ansiedad a una joven de Estados Unidos que no está acostumbrada a ver personas caminando por el vecindario. O que no todo el mundo saber utilizar el telefonillo. O que el emoji de la mierda de Whatsapp hay personas que la pueden confundir con un helado de chocolate, y pueden pasarse todo el año enviándotelo para darte las gracias.

P: ¿Qué destacarías del proyecto educativo de AFS Intercultura?

R: Supone poner al alcance de los participantes una inmersión total en una nueva cultura y en sus manos está sacar provecho de la experiencia. Sería magnífico que más personas supieran de su existencia; a muchas les cambiaría la vida.

P: Si hubieras hecho un programa AFS; ¿dónde te hubiera gustado ir?

Visto con mis ojos de persona adulta, quizás me hubiera gustado ir a un país asiático: Tailandia podría haber sido una opción. Visto con ojos de adolescente, imagino que hubiera escogido Estados Unidos porque me habría parecido la bomba en ese momento.

P: ¿Por qué Tailandia?

Tailandia es un destino con costumbres muy diferentes a las nuestras, con otros ritmos de vida, con muchas opciones para desarrollar, otros aprendizajes y otros valores.

Natàlia Carrión y voluntariado de AFS Maresme, recogiendo un premio en el Encuentro de Voluntariado AFS de 2022 en Palma de Mallorca
Natàlia Carrión (primer término) y voluntariado de AFS Maresme, celebrando un premio en el Encuentro de Voluntariado AFS de 2022 en Palma de Mallorca

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