La pandemia de la COVID-19 exige una respuesta ágil a las nuevas realidades. AFS se ha adaptado para poder llevar a cabo nuestros programas de aprendizaje intercultural en el extranjero. Para que eso sea posible, contamos con un sólido sistema de gestión de riesgos y de apoyo, y tenemos la suerte de haber sentado ya las bases para un cambio transformador mucho antes de la COVID-19.
Los programas de AFS se llevarán a cabo en los países en los que las condiciones de salud y seguridad lo permitan y la expedición de visados sea posible. Observamos a diario los continuos cambios de la situación en todo el mundo y estamos en estrecho contacto con todas las organizaciones que forman la red AFS.
Cómo mantiene AFS la seguridad de sus participantes
Como red global de organizaciones, AFS reevalúa activamente las condiciones de los programas en el extranjero país por país. La seguridad y el bienestar de cada participante sigue siendo nuestra prioridad. Estamos monitoreando de cerca las recomendaciones sanitarias y de viaje de las autoridades, así como recibiendo información de nuestra sólida red de voluntariado que trabaja a nivel local. En AFS nos comprometemos a ser ágiles y sensibles a las circunstancias a medida que cambian, al igual que hicimos en marzo de 2020 siendo una de las primeras organizaciones de programas en el extranjero que procedió con la evacuación de sus estudiantes.
Como medida de seguridad, algunos países pueden requerir una fecha de inicio del programa posterior a la prevista inicialmente. Además, debido a restricciones de seguridad o a un impacto económico persistente, es posible que no podamos llevar a cabo nuestros programas en todos los países. Si las experiencias planeadas en el extranjero deben cambiar, AFS está comprometida a mantener una comunicación proactiva con estudiantes, familias y voluntariado. Haremos todo lo posible para ofrecer destinos y programas alternativos.
Muchas de las actividades como las entrevistas a candidatas y candidatos, u orientaciones, entre otras actividades, pasarán al plano virtual de la mano del voluntariado, que cuenta con experiencia y formación para seguir haciendo de esta actividad un proceso de valor antes, durante e incluso después del programa.